domingo, 23 de noviembre de 2008

DR. STRANGELOVE Y EL EMOTICONO (11)

"Quítame ese dedo de ahí, sabandija asquerosa". Y Yunior se lo arrancó de cuajo de un mordisco, recordando así viejas fobias que tenía por superadas. Cuando era muy pequeñito recibió una llamada telefónica misteriosa. El interlocutor jadeaba y decía cosas raras, como que tenía que hacerle un favor y recoger por él algo muy valioso en una taquilla de la estación de trenes. Yunior, muy intrigado, decidió en el último momento ir para allá, cogió la caja de cartón que había en el interior y se la llevó a casa, justo como le habían dicho. Una vez allí volvió a sonar el teléfono. Al otro lado de la línea se escuchaba de fondo como una taladradora muy puta. En ese momento era difícil entender a la persona que le hablaba, su voz se fundía con la de los obreros y parecía una macabra adivinanza. Un juego psicológico.

Pero aquellas palabras sí que fueron nítidas: ABRE LA CAJA. Yunior desató la frágil cuerda que la rodeaba y destapó la tapa superior. Dentro, un dedo índice sangrando y acomodado entre algodones. Junto a éste, una nota en la que se podía leer: “La curiosidad mató al gato. XDDD”.

XDDD en un post-it, como colofón. Comprendió que le habían gastado una broma. La persona que le había llamado anteriormente le confesó que ese dedo era suyo, se lo había cortado porque era un amante de las inocentadas. Su vida era un constante 28 de diciembre, un Leo Bassi castizo y chungo. Antes de desmayarse, le dijo a Yunior que por favor, le mandara por correo la caja con el dedo, que lo necesitaba de nuevo para marcar por teléfono y hacer más bromas. No se sentía a gusto con el dedo corazón, el ofensivo, porque creía que hacerle el fuck you al teléfono era redundante y poco educado.

Este episodio fue traumático para el pequeño Yons y tuvo que ir a terapia durante tres años para poder superarlo. ¿Qué era ahora esa mierda? ¿Por qué esa reacción? ¿Por qué caía tan bajo Yunior al correr de esa manera tan perruna y cobarde con un dedo entre los dientes? Fue entonces cuando un individuo enigmático apareció de las sombras a la vuelta de una esquina y le hizo una sucia zancadilla…

7 comentarios:

David Aames dijo...

PERFECTO

David Aames dijo...

nserio eh

Anónimo dijo...

Gracias, David, pero el segundo mensaje sobraba. Ahora parece que no lo decías en serio, jurjur.

Pere Koniec dijo...

"un Leo Bassi castizo y chungo",jajaja...

Jay Gatsby dijo...

me ha gustado mucho,jaja maldito amante de las inocentadas!jaja

David Aames dijo...

Eh, q todo el mundo ve q vamos parribaa

David Aames dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.