sábado, 8 de noviembre de 2008

EL INCIDENTE DE LA TRAQUEOSTOMÍA (3)

Aun así, Yunior seguía tenso. De una manera silenciosa todos los acontecimientos de los últimos días le habían dejado mella. Un brote de urticaria surgió de improviso. Fue entonces, mientras se rascaba su espalda con la pala de las pizzas, cuando recibió la llamada. Una señorita de voz desagradable incluso para cualquier nutria de este país, le informaba que le llamaban desde la Institución Mental ‘El Despertar o No’. Sí. Oh, no. Eso es lo que dijo nuestro querido protagonista antes de colgar súbitamente el teléfono.

Yunior entró en la habitación 103 en el plan ‘aquí están mis cojones’ y nadie pudo detenerle. Encamado y aparentemente muy jodido, Martin Landau veía pasar toda la vida ante sus ojos , posando éstos sobre la única ventana del habitáculo. Al cabo de unos segundos, se percató de la presencia de su joven amigo y sonrió. Tuvieron que hablar mediante la aplicación Loquendo debido a los problemas traqueales del viejo. Yunior ponía la mano izquierda sobre su boca para aguantarse la risa, ya que el descojone por dentro era tal que creyó morir. Y es que Martin había configurado ese software de una manera peculiar: quien hablaba por él era una voz robotizada y femenina con acento argentino.

Era una situación muy grotesca. Pero no lo fue tanto cuando empezó a sonar la alarma de incendios…

3 comentarios:

Hormonados dijo...

De puta madre joder. Esto marcha.

Pere Koniec dijo...

jajaja, me ha encantado lo del Loquendo! Que cabr***...

Anónimo dijo...

:)

¡Oye, cómo mola el nuevo diseño!